Un Nuevo Tiempo llama a respetar la soberanía de Venezuela sobre sus recursos energéticos
Este viernes, el partido Un Nuevo Tiempo reiteró su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y del derecho que tiene Venezuela sobre sus hidrocarburos y demás recursos naturales, en medio de un escenario de creciente tensión geopolítica en el Caribe.
A través de un comunicado público, la organización política expresó su preocupación por los mensajes que calificó como “peligrosos” provenientes de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, así como por los recientes hechos vinculados a la interceptación y secuestro de buques petroleros que transportaban crudo venezolano en aguas internacionales.
En el texto, UNT subrayó que el petróleo, las tierras y los recursos estratégicos del país “son propiedad inalienable del pueblo venezolano” y advirtió que ningún cálculo político ni presión externa puede estar por encima de lo establecido en la Constitución Nacional.
“Nuestro llamado, a esta hora de complejidades geopolíticas, es a mantener la unidad nacional y a rechazar cualquier pretensión extranjera que en nada favorece el anhelo de paz mundial que claman las civilizaciones”, señala el comunicado.
La organización opositora, que gobernó durante varios períodos el estado Zulia, principal entidad petrolera del país, insistió en la necesidad de evitar cualquier escalada que derive en un conflicto mayor y pidió que las diferencias internas de Venezuela se resuelvan sin injerencias externas ni escenarios de confrontación que puedan generar “traumas o sufrimientos interminables” para la población.
Asimismo, UNT exhortó a los organismos internacionales a revisar con atención el artículo 12 de la Constitución venezolana, que establece que los yacimientos de hidrocarburos y minerales pertenecen a la República, y recordó que aún existe margen para impedir una nueva crisis de mayores proporciones.
El partido opositor advirtió que el país se encuentra “a tiempo de evitar nuevas tragedias”, al tiempo que reafirmó su postura histórica de rechazo a las sanciones económicas y a cualquier acción que afecte directamente al ciudadano común.
