2 de septiembre de 2025

¿TE HA PASADO QUE DUERMES, PERO NO DESCANSAS? Es posible que padezcas de Ansiedad Nocturna || Entérate y toma nota

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La falta de sueño debilita nuestras defensas haciéndonos más propensos a enfermarnos, un sueño de calidad es vital para la concentración, y a su vez procesar información de manera eficiente

Dormir bien no es solo una cuestión de tiempo en la cama, dormir bien es parte fundamental para nuestra salud. Dormir bien implica entender cómo gestionamos nuestras preocupaciones, hábitos y emociones. Por tal motivo es sumamente importante comprender cuales pueden ser las razones detrás de la falta de sueño, siendo este el primer paso para encontrar soluciones reales.

La falta de sueño debilita nuestras defensas haciéndonos más propensos a enfermarnos, un sueño de calidad es vital para la concentración, y a su vez procesar información de manera eficiente. El sueño permite que la mente explore nuevas ideas y soluciones. Cuidar nuestras horas de sueño es mejorar nuestra calidad de vida.

Es un escenario común para muchas personas: apagan la luz, se acomodan en la cama y, con la esperanza de descansar, cierran los ojos. Sin embargo, en lugar de sumergirse en el sueño, su mente comienza a dar vueltas y se activa con una avalancha de pensamientos. Ese comentario recibido por la mañana, una conversación pendiente, un correo sin responder, o ese interminable “¿y si…?” Que no tiene respuesta. Lo que debería ser un momento de relajación se convierte en una tormenta mental que parece no tener fin.

¿Qué será lo que ocurre?

Este fenómeno, conocido como ansiedad nocturna, es experimentado por millones de personas cada noche. Aunque no se trata de un trastorno clínico en sí mismo, puede convertirse en una experiencia abrumadora y persistente que afecta tanto la calidad del sueño como el bienestar general.

A medida que los minutos pasan y la mente parece no detenerse, muchos se preguntan: ¿por qué nuestro cerebro decide sabotear el descanso justo cuando más lo necesitamos? ¿Qué procesos se activan en el cerebro que nos llevan a sobrepensar en los momentos menos oportunos? Y lo más importante, ¿cómo podemos romper este ciclo de ansiedad nocturna para descansar de verdad?

¿Qué es la ansiedad nocturna y cómo se manifiesta?

La ansiedad nocturna, aunque no se considera un diagnóstico formal, es una experiencia frecuente que afecta a muchas personas, especialmente aquellas que ya padecen de trastornos como la ansiedad generalizada, el estrés postraumático o la depresión.

Según Susan Albers, psicóloga de la Cleveland Clinic, este fenómeno se puede definir como un patrón de ansiedad relacionado con la dificultad para desconectar del ritmo mental del día. En el silencio de la noche, la mente parece aprovechar la ausencia de distracciones externas para procesar pensamientos, emociones y preocupaciones que no se pudieron abordar durante el día.

Los síntomas típicos de la ansiedad nocturna incluyen insomnio, palpitaciones, tensión muscular, y una sensación de incomodidad mental que impide que los pensamientos cesen.

A medida que la persona intenta relajarse, el cuerpo puede liberar adrenalina, lo que intensifica la sensación de alerta y provoca una aceleración del pensamiento. Los estudios han demostrado que las personas que experimentan ansiedad nocturna no solo tardan más tiempo en conciliar el sueño, sino que también suelen despertarse con frecuencia durante la noche, lo que interrumpe el ciclo del sueño y afecta la calidad del descanso.

¿Cómo controlar la ansiedad nocturna?

Es importante recordar que puede tomar tiempo encontrar el enfoque de tratamiento correcto para tu ansiedad. Debido a esto, tú y tu médico pueden elegir usar una diversidad de diferentes opciones de tratamiento.

Practicar la relajación muscular progresiva, tensando y luego relajando sistemáticamente los músculos, ayuda a liberar tensiones físicas y mentales, preparando el cuerpo para el descanso. También puede ser útil una técnica de meditación como el mindfulness, que permite enfocarse en el momento presente, en la respiración o en sensaciones corporales, para reducir la hiperactividad mental.

Alexandra Sabal, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, también habla de escribir las preocupaciones, tareas pendientes o cualquier pensamiento que ronda la cabeza en un diario de gratitud o de preocupaciones, pues esto es como “sacar las preocupaciones de ti”, lo cual libera la mente para descansar.

Las expertas también recomiendan respirar profundamente, pues unas cuantas respiraciones lentas y profundas pueden calmar el sistema nervioso, reduciendo la ansiedad. Si tras 20 o 30 minutos no puede dormir, puede intentar levantarse para hacer algo relajante con poca luz y luego regresar cuando ya sienta sueño.

Otras claves son limitar la cafeína y el alcohol, pues estos pueden activar el sistema nervioso y dificultar la relajación necesaria para conciliar el sueño; y evitar la exposición a celulares, tablets o computadoras al menos una hora antes de dormir, ya que la luz azul interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño, al igual procesar las emociones a tiempo al hablar de lo que le molesta, gestionar el estrés con técnicas como la meditación o el yoga, o tomar un tiempo para desconectarse mentalmente de los problemas.

Vía noticiaalminuto

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