Nuevos detalles de la denuncia de la ex nutricionista del Madrid
La fisioterapeuta, osteópata y experta en nutrición Itziar González de Arriba rompió su silencio hace apenas unos días. La ex trabajadora del Real Madrid denunció haber sufrido acoso laboral durante su estancia en el club.
“El primer día me dicen que estoy allí por un capricho del presidente, pero que ellos saben manejarle y que hace todo lo que ellos quieren, y que van a manipularle para convencerle de que estoy loca y que me eche. No me presentan, no me saludan, no me hablan. Nunca se reúnen conmigo, a pesar de que se lo pido en repetidas ocasiones; no me contestan los correos electrónicos ni los mensajes”, explicó en una entrevista reciente en Marca.
Mientras el proceso judicial sigue su curso, la ex nutricionista del primer equipo blanco ha revelado más detalles del calvario que tuvo que vivir en el conjunto madridista en una entrevista en Radio Euskadi.
«Yo les decía (a los servicios médicos) que la bollería para desayunar no me parecía lo más adecuado y su respuesta era: ‘Hay que seguir igual, no cambies nada o te echamos. Con esto llevamos 15 Champions’, es una frase muy recurrente allí», explica en la emisora vasca.
«Decían que si venía algún jugador le atendiera, ¿pero cómo va a venir algún jugador si no saben que existo ni saben dónde está esto? Y respondían: ‘Bueno, pues mejor, así ganas dinero sin trabajar. Fíjate qué suerte. Y te recomiendo que no salgas de aquí porque es la mejor manera de poder mantenerte tiempo en el Real Madrid», añade Itziar.
La exnutricionista también contó los motivos que le han llevado a denunciar todo lo sucedido: «Hasta el 4 de agosto se crea un movimiento de desprestigio y mentiras sobre mí. Le había cogido mucho cariño a los jugadores, se habían portado muy bien conmigo. También al presidente. Lo que yo quería es que supieran la verdad. Yo me voy y no pasa nada, pero que sepáis que yo me he dejado la vida por hacerlo bien y no podía hacerlo mejor».
«En la denuncia yo no pido dinero, yo pido que me pidan perdón. No quiero otra cosa. Fisios y médicos se cruzaban conmigo por los pasillos y me decían: ‘Todo lo estás haciendo mal, no te queremos aquí, estamos peor contigo’. Ni siquiera se sentaban a hablar conmigo», afirma.
«Por otro lado, los jugadores me mandaban otro tipo de mensajes de qué bien que estuviera allí. Cada vez que un jugador me mandaba ese tipo de mensaje, le impedían estar conmigo», concluye en la entrevista.
