18 de julio de 2025

Silencio en el recreo: las voces apagadas del bullying escolar

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Los silencios del recreo nos están gritando que algo no está bien. Que hay niños invisibles en medio del bullicio. Que el bullying no es un juego de infancia, sino una herida emocional profunda

Hay un silencio que duele más que el bullicio de un aula: el del recreo cuando los niños no juegan. Cuando los pasillos de la escuela, habitualmente llenos de risas y juegos, se convierten en escenarios de temor o exclusión, estamos ante una realidad urgente que muchas veces ignoramos: el bullying escolar. Es necesario mirar más allá del aula y escuchar esas voces apagadas que, en silencio, piden ayuda.

Silencio en el recreo: las voces apagadas del bullying escolar. Referencial.

Un fenómeno que se planta en el alma infantil

El bullying no siempre grita, pero siempre hiere. La agresión que un niño o adolescente ejerce sobre otro puede expresarse de muchas formas: burlas constantes, empujones, ignorar intencionalmente, amenazas, humillaciones públicas o ataques en redes sociales. Lo más inquietante es que, en muchas ocasiones, se normaliza como una «etapa escolar» o un “asunto de niños”.

Desde una perspectiva psicopedagógica, este fenómeno no solo afecta el rendimiento académico, sino que marca profundamente la autoestima, el desarrollo emocional y la percepción del mundo del niño víctima. La escuela, que debería ser un espacio seguro para crecer, se convierte en un terreno hostil donde se aprende a sobrevivir en vez de aprender a vivir, refirió Carmen Cecilia Ruiz, Psicopedagoga.

Quién además señaló, que durante la jornada escolar, los recreos deberían representar un espacio libre, espontáneo, donde el aprendizaje emocional se manifiesta a través del juego y la socialización. Sin embargo, muchos docentes y orientadores señalan que es precisamente en esos minutos donde se evidencian las fracturas relacionales que produce el bullying.

«Quiero dejar muy claro que la conducta se forma en el hogar y que los niños son esponjas que van absorbiendo lo que consiguen en su entorno, depende de nosotros como padres que clase de adulto estamos formando para la sociedad de un mañana. La comunicación en el hogar y en la escuela es muy importante, hablemos con nuestros niños sobre la importancia de aceptar y respetar al otro tal cual es».», dijo.

Carmen Cecilia Ruiz, Psicopedagoga

Una mirada espiritual: el valor del otro como sagrado

Mientras que, Denisse Leonett, líder profeta de la iglesia La Última Llamada, señaló que, desde la visión religiosa, el respeto por el otro, la empatía y la compasión son valores esenciales. El bullying, al contrario, nace de una profunda desconexión con la espiritualidad y con la esencia humana. Cuando un niño hiere a otro, muchas veces está repitiendo una herida que lleva dentro. No solo es un acto de violencia; es también un grito de socorro del agresor”.

Esto nos invita a una reflexión más profunda: ¿estamos criando niños capaces de amar al prójimo? ¿Qué están viendo en casa, en la televisión, en sus entornos virtuales? ¿Cómo podemos promover el respeto desde la fe y los valores?.

Denisse Leonett, líder profeta de la iglesia La Última Llamada

Plan «Más Formación, Mayor Protección»

El Plan «Más Formación, Mayor Protección» se refiere a una iniciativa en el estado Monagas, Venezuela, implementada por el Estado Mayor para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Vulnerabilidad, en Monagas está dirigida por la primera dama y presidenta de esta instancia, Sorenelly Zambrano de Luna, indicando que la actividad de formación y acompañamiento, dirigida al personal docente y estudiantes, corresponde a una primera fase de acción, resaltando como premisa que «el respeto no tiene género, es un derecho de todas y todos». Este plan busca garantizar la protección integral de los menores a través de acciones de formación y prevención, especialmente en el ámbito educativo y frente a retos como los desafíos en redes sociales.

La iniciativa surge en respuesta a un llamado del presidente Nicolás Maduro ante el aumento de retos en redes sociales y la necesidad de proteger a esta población vulnerable en el ámbito digital.

Ha llevado a desplegar funcionarios en instituciones educativas y a la intervención de eventos irregulares como fiestas con cobro de entrada.

Desplegado en los planteles de Monagas el plan «Más Formación, Mayor Protección»

El trasfondo emocional de este fenómeno

Ahora bien, para entender el impacto psicológico del bullying y cómo abordarlo de forma integral, conversé con el doctor Trino Gascón, Psicólogo Clínico de la Salud, Hospitalario y Presidente de la Sociedad Venezolana de Psicología Clínica. Su visión resulta indispensable para comprender el trasfondo emocional de este fenómeno.

Doctor Trino Gascón, Psicólogo Clínico de la Salud, Hospitalario

—Doctor, ¿Cómo definiría el bullying escolar desde la psicología clínica?

“El bullying es una forma de violencia psicológica sostenida en el tiempo, que busca someter a otro a través del miedo, la burla o el dolor. Lo más grave no es solo el acto en sí, sino sus consecuencias a largo plazo: ansiedad, depresión, aislamiento social, ideación suicida, y en muchos casos, traumas que persisten en la adultez”.

—¿Qué señales pueden observar padres y docentes para identificar que un niño está siendo víctima de bullying?

“Cambios de comportamiento, retraimiento, problemas para dormir, fobia escolar, dolores físicos sin causa médica aparente, y una baja súbita en el rendimiento académico. Pero, sobre todo, una frase que se repite: ‘No quiero ir más al colegio’. Esa frase no debe ignorarse nunca”.

—¿Cómo afecta el silencio de los adultos ante estos casos?

“El silencio de los adultos es una forma de complicidad. La omisión también es violencia. Cuando un docente o un padre minimiza una queja con frases como ‘eso es normal’, ‘defiéndete tú solo’ o ‘no seas exagerado’, está desvalidando al niño. Esa falta de respaldo lo aísla aún más”.

—¿Qué estrategias recomienda para abordar esta problemática desde el hogar y la escuela?

“Primero, abrir canales reales de comunicación emocional. Segundo, educar en la empatía, no solo en normas. Tercero, trabajar el autocuidado emocional en todos los niveles del sistema escolar. Y cuarto, intervenir tanto con víctimas como con agresores, pues ambos necesitan atención profesional”.

—¿Hay esperanza de prevenir el bullying?

“Sí. La prevención es posible cuando se entiende que el bullying no es un ‘problema del niño’, sino de todo el ecosistema educativo. Necesitamos formar escuelas emocionalmente inteligentes, familias que escuchen y comunidades que no miren hacia otro lado”.

Dar voz al silencio

Escribir este artículo me ha permitido confirmar que, en muchos recreos, hay niños que no corren porque tienen miedo. Que se sientan solos, pero no porque quieran estar solos. Que callan porque cada vez que hablan, no los escuchan. Nuestro rol como comunicadores no es solo contar historias, sino también iluminar las que han permanecido en la sombra. Dar voz al silencio también es una forma de justicia.

Los silencios del recreo nos están gritando que algo no está bien. Que hay niños invisibles en medio del bullicio. Que el bullying no es un juego de infancia, sino una herida emocional profunda. Y que cada uno de nosotros, desde nuestro rol —sea como periodista, maestro, psicólogo, madre o sacerdote— tiene la responsabilidad de devolverles la voz, la risa y la paz a los que hoy viven callando por miedo.

Redacción: Anne Cordova

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